Poesia i cinema occidental

He assistit a un parell de tertúlies de Poesia en Acció, un grup que vaig trobar a facebook, dedicades a Poesia i cinema en les quals combinen  amb encert i delicadesa poesia visual amb poesia textual. Ells parlen d’un viatge a la poesia a través del cinema i un viatge al cinema a través de la poesia. El resultat és molt suggeridor. Els agraeixo profundament aquest regal. En aquesta entrada recullo un tast de Poesia i cinema occidental:

  • Mort a Venècia / Luchino Visconti – 1971

¿Serás, amor un largo adiós que no se acaba? 
Vivir, desde el principio, es separarse. 
En el primer encuentro 
con la luz, con los labios, 
el corazón percibe la congoja 
de tener que estar ciego y solo un día. 
Amor es el retraso milagroso 
de su término mismo; 
es prolongar el hecho mágico 
de que uno y uno sean dos, en contra 
de la primer condena de la vida. 
Con los besos, 
con la pena y el pecho se conquistan 
en afanosas lides, entre gozos 
parecidos a juegos, 
días, tierras, espacios fabulosos, 
a la gran disyunción que está esperando, 
hermana de la muerte o muerte misma. 
Cada beso perfecto aparta el tiempo, 
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve 
donde puede besarse todavía. 
Ni en el llegar, ni en el hallazgo 
tiene el amor su cima: 
es en la resistencia a separarse 
en donde se le siente, 
desnudo, altísimo, temblando. 
Y la separación no es el momento 
cuando brazos, o voces, 
se despiden con señas materiales: 
es de antes, de después. 
Si se estrechan las manos, si se abraza, 
nunca es para apartarse, 
es porque el alma ciegamente siente 
que la forma posible de estar juntos 
es una despedida larga, clara. 
Y que lo más seguro es el adiós.

Pedro Salinas

  • Manhattan / Woody Allen – 1979

Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eras.

Pedro Salinas

  • El lado oscuro del corazón / Eliseo Subiela – 1992

S’hi sent un fragment del poema “No te salves” de Mario Benedetti

  • El espíritu de la colmena / Víctor Erice – 1973

La carencia

Yo no sé de pájaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.

Alejandra Pizarnik

El poema que no digo

El poema que no digo,
el que no merezco.
Miedo de ser dos
camino del espejo:
alguien en mí dormido
me come y me bebe.

Alejandra Pizarnik

  • El arbol de la vida / Terrence Malick – 2011

Epitafio

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.

Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.

¡Digo que el hombre debe serlo!

Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.

Juan Gelman

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